138 // Partecipazione a “Vitàcora de Maya”, 57a Biennale d’Arte di Venezia
(G. Asmundo a Vitàcora de Maya, fotografia di Paola Fornasa)
E fu così che, per accidente tanto quanto per destino, mi ritrovai a prestare la voce nel corso una performance della 57a Biennale d’Arte, per la quale ero stato peraltro invitato a leggere sulla barca del bello e interessante progetto “Vitàcora de Maya”. È stato un enorme piacere. Grazie a tutti, in particolare all’arch. Paola Fornasa per l’invito, alla curatrice Asun Montejano e all’artista Irene de la Barca.
Muchas gracias a todos, especialmente al arquitecto Paola Fornasa por la invitación, al curator Asun Montejano y al artista Irene de la Barca.
Di seguito riporto il programma dell’evento.
Proyecto de intervención artística Vitácora de Maya 2017
Lugar: Pabellón Quintavalle de Venecia, Canal Río del Giardini.
Fecha: 13/14 de Mayo de 2017
Performance colectiva a bordo del velero Maya: Maya se inaugura como plataforma
de arte independiente donde un equipo de artistas y personas que se relacionan con la ciudad de Venecia desde sus distintos roles (consejeros de turismo, urbanistas, ex-alcaldes, constructores de barcas, etc.), expresan su experiencia respecto a la coyuntura urbana y socio- cultural actual, situados por primera vez sobre el mismo barco. Puesta en escena instalativa, con luz, sonido, proyección.
Coloquio posterior a partir de los conceptos planteados en la performance. Presentación del libro de artista Vitácora de Maya.
Perspectivas de futuro: continuidad del proyecto tras la inauguración de Maya.
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Dalle parole dell’artista Irene de la Barca
“Me pasó lo mismo que a ti pero con muchas barcas; al final tuve que montar un museo”. Me decía Nicolò propo- niendo que lo restaurara en el ensanche del canal donde él salvaba embarcaciones moribundas. Había adquirido un viejo velero con la idea de transformarlo en pabellón independiente para la Bienal de Arte y representar a la desco- nocida comunidad veneciana, una ilusión tan hechizante como el propio nombre del barco: MAYA.
Soy una artista plástica nacida en Madrid, donde no conocemos las vicisitudes del desplazamiento acuático. Jamás había navegado. Acabé viviendo en Venecia para formar parte de la Bienal, aunque una vez allí, me atrapó la cultura indígena que subyacía en el corazón de esa pequeña isla de islas, bajo las oleadas de turistas y curators.
Esta intervención artística nace inspirada en la historia de mi vida con ellos, con los últimos venecianos, a través de la restauración de este velero que acabó convirtiéndose en el símbolo de la restauración de un mundo: auto- construcción, colaboración, convivencia, reestetización, sostenibilidad, autonomía energética y política… ARTE CON SIGNIFICADO COLECTIVO. La propia obra surgió como resultado de su modus vivendi, de la ayuda ofrecida por los nuevos amigos y vecinos para sacar adelante el barco, como si éste me hubiera querido llevar a recorrer los mundos líquidos para descubrir que son los mismos mundos del artista.
Irene de la Barca